Tailandia
Geografía
Thailandia se encuentra en el corazón de Indochina (la más oriental de las tres grandes penínsulas meridionales de Asia) y tiene fronteras al oeste y al norte con Myanmar (antigua Birmania), al noreste con Laos, al este con Camboya y al sur con Malasia.
Arte y cultura
Los thai establecieron pequeños principados entre los mon, khmer y otros antiguos pobladores, por lo que las expresiones artísticas, propiamente tailandesas, son producto de estos encuentros. El arte interpreta también las tradiciones de China e India, aunque mantiene vivos hoy en día sus rasgos diferenciales. La cultura se relaciona íntimamente con la religión, de ahí que el budismo haya servido de inspiración desde sus inicios. La música tradicional de la parte central de Thailandia ofrece un rico abanico de melodías y tempos. La orquesta clásica utiliza instrumentos propios, como el pii, de viento, el phin, similar a una guitarra, el ranaat ek, de percusión y parecido al xilófono, y la khlui, una flauta de madera. Uno de los más llamativos es el khawng wong yai, una serie de gongs de diferentes tonalidades dispuestos en semicírculo. La arquitectura tailandesa sentó sus cimientos estéticos a partir del siglo XIV y los ha venido consolidando hasta hoy en deslumbrantes obras capaces de combinar la sobriedad con el virtuosismo, desde sus monasterios hasta sus palacios y obras civiles. La arquitectura se considera la más elevada expresión del arte y crea y adapta estructuras donde la gente come, trabaja, reza y duerme. Durante todo el año Thailandia es una fiesta. Con los festivales y espectáculos que se suceden en un gran número por todo el país descubrirá otro de los rasgos que caracterizan al pueblo tailandés. La fecha de estos eventos varía de un año a otro, ya que se rigen por el calendario lunar.
Tradiciones y costumbres
Como en la mayoría de los países orientales, los thai se caracterizan por su hospitalidad, por su tolerancia y por su buen humor. En general, poseen una educación modesta y amable y su base cultural es evidente en casi la totalidad de las facetas de la vida cotidiana.
Gastronomía
Thailandia es un paraíso para los amantes de la buena cocina. Todo el país es un territorio de aromas y sabores que cautivan al más exigente de los gourmet. La riqueza de sus ingredientes, la creatividad gastronómica, la delicadeza en la presentación y la bondad de los aderezos hacen de la cocina tailandesa, una de las más exóticas de todo oriente. La comida Thailandesa siempre va acompañada de arroz y consiste generalmente en cuatro o cinco platos, cocinados con especias: pollo, carne de vaca o gambas con curry, cerdo o pollo asada y acompañado de deliciosas sopas de pescado y carne. A continuación veremos los principales zonas de interes:
Bangkok
Esta fascinante urbe está situada a orillas del río Chao Phraya, en el corazón de la península de Indochina. Se levanta en una milenaria encrucijada de rutas comerciales e intercambios culturales entre Oriente y Occidente y ha asumido en las últimas décadas un frenético impulso hacia la modernidad más vanguardista. Es exótica, tentadora y probablemente no exista otra ciudad en el sudeste asiático que provoque sentimientos tan enfrentados. Visitas recomendadas: El templo del Buda Esmeralda destaca por sus doradas chedis, pilastras con mosaicos y ricos frontones de mármol. La capilla real, ligeramente elevada sobre una terraza de mármol, está rodeada de tallas de elefantes y bailarinas. En su interior, se erige una estatua de Buda de 65 centímetros de alto protegida por una urna de vidrio. En realidad, está tallada en jade, pero su color ha hecho que parezca esmeralda. Fue construido en 1782 como residencia de la familia real. Rodeado por las murallas, acoge edificaciones de estilo thai y algunas de estilo renacentista o victoriano. Salvo alguna antesala, el Gran Palacio permanece cerrado al público y hoy en día sólo es utilizado por el rey para ciertas ocasiones ceremoniales, como la coronación. Es el templo más antiguo de Bangkok y el más grande de Tailandia. Posee la colección de imágenes más numerosa del país (las galerías que unen las cuatro capillas exponen 394 figuras de Buda) y en su parte norte se erige un Buda reclinado de 46 metros de largo y 15 metros de alto. El lugar data del siglo XIII y tiene su mejor atracción en la colosal estatua en oro macizo de un Buda sentado. Esta escultura pesa casi seis toneladas y mide tres metros de alto. Es un ejemplo perfecto del elegante estilo sukhothai y muestra los rasgos típicos de la época en que esta ciudad era la capital de Tailandia. Una excursión recomendable es cruzar el Chao Phraya en ferry para visitar el Wat Arun o templo de la Aurora. Erigido en lo que fuera el Palacio Real cuando la capital estaba en Thonburi, este majestuoso edificio está decorado con azulejos de cerámica y piezas de porcelana china procedentes de viejas vasijas y juegos de té. Destaca por su gran torre central de 82 metros de altura, la más alta de Tailandia.
Alrededores de Bangkok:
A 76 kilómetros al norte de Bangkok. Fue la capital del reino Tai durante más de 400 años hasta su destrucción en 1767. En el siglo XVII se onvirtió en un importante puerto internacional con importante actividad comercial. En la actualidad es una enorme extensión cubierta de numerosas ruinas de templos y edificios palaciegos. La belleza del lugar es tal que Ayuthaya fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre los atractivos turísticos se encuentra el Palacio Bang Pa In, el Chedi de la Reina Suriyothai y el Wat Yai Chai. 80 km al oeste de Bangkok. Es uno de los mejores mercados flotantes de los alrededores de Bangkok. A primera hora de la mañana, los estrechos canales se llenan de pequeñas embarcaciones con frutas y verduras vendidas por mujeres locales. El mercado es muy colorido y tiene una gran ambiente, pero toda actividad termina a las 12.00 horas, por lo que es necesario salir de Bangkok muy temprano.
Chiang Mai
Conocida como la rosa del norte, es la ciudad más importante de la región homónima, uno de los cruces de caminos más importantes del sudeste asiático. Es una zona plagada de valles surcados por ríos y escarpadas montañas donde habitan pequeños grupos tribales que todavía hoy conservan intactas sus tradiciones. Visitas recomendadas: Al final de Th Ratchadamnoen, delante de la puerta de Suan Dok Entre sus cien templos destaca Wat Phra Singh, uno de los santuarios más importantes de la ciudad fundado en el año 1345 por el rey Pha Yu para albergar las cenizas de su padre, el rey Jam Fu. Aquí se encuentra la imagen de Buda más venerada de la región, que procede de Ceilán y cuya estructura responde al estilo clásico del norte. Es el templo más grande de la ciudad y su vihara es de estilo thai. Es un conjunto de templos que data del siglo XV y es conocido por su gran chedi en ruinas. Cuenta con una figura de Buda de nueve metros de altura. Además, alberga pequeñas estatuas y figuras talladas. En el lado sur del monumento aparecen seis esculturas de elefantes: cinco son restauraciones y sólo una de ellas, a la que le falta las orejas y la trompa, conserva el ladrillo y el estuco originales. En la entrada principal del templo se alza el lak meuang, una pequeña construcción que simboliza el guardián de la deidad.
Alrededores de Chiang Mai:
A 16 kilómetros de la ciudad se encuentra Doi Suthep, una montaña de 1.601 metros que alberga el Wat Phra That Doi Suthep, un importante centro de peregrinación que muestra la imagen de Thorani, una diosa de cuya cabeza brota agua. Este templo cuenta con un famoso chedi de estilo lanna de 24 metros de alto y 12 metros de ancho, rodeado por cuatro sombrillas decoradas con filigranas.
Chiang Rai
Esta localidad, situada en el límite fronterizo con Laos y con Myanmar, es una de las zonas más rurales del país, cubierta de fértiles llanos y enmarcada por altas montañas donde florecen las adormideras, plantas de las que se extrae una resina que sirve para fabricar el opio. Hasta hace poco, la provincia de Chiang Rai era el centro de la industria de esta sustancia y la ciudad ha sido considerada como la puerta de entrada al Triángulo de Oro. Así se llama a la zona donde se encuentran las fronteras de Tailandia, Myanmar y Laos, divididas por el río Mekong. Visitas recomendadas: Este templo también es conocido con el nombre de Wat Pa Yia (monasterio del bosque de bambú). El templo fue construido a finales del siglo XIV, durante el reinado de Mahaphrom. Destaca la puerta de los dragones y el wíhaan, que cuenta con una copia del Buda Phra Singh de Chiang Mai. Edificio religioso compuesto por una torre de siete capiteles. De su interior sobresale la sala principal cubierta con un techo de madera, situado en la terraza frontal del wíhaan. Aquí se exhibe un interesante fresco astrológico.
Alrededores de Chiang Rai:
En esta localidad se puede visitar una fábrica de té, donde es posible degustar distintas variedades aromáticas. Se trata de una aldea yunnanesa-shan, situada entre Ban Basang y Mae Salong.
Ayutthaya
La en su tiempo vibrante capital, con cientos de templos, apenas es una sombra de lo que fue. La bicicleta es ideal para recorrer sus ruinas de ladrillo y yeso, Patrimonio Mundial por la Unesco, pues a ese ritmo resulta fácil imaginar el aspecto de la ciudad cuando hasta ella llegaban mercaderes de todo el orbe. En las afueras aguardan más atracciones, entre ellas un enorme centro de artesanía y el palacio real más ecléctico que se pueda concebir.
Provincia de Mae Hong Son
Escondida en el rincón noroeste del país, esta provincia tiene más en común con Myanmar que cualquier otro lugar de Tailandia. De hecho, la remota Mae Hong Son, con sus excelsas montañas y una cultura y cocina únicas, parece otro país. La exploración es su gran reclamo, tanto excursiones a cuevas y rutas en motocicleta por zigzagueantes carreteras como la caminata por libre de Mae La-Na a Soppong.
Phuket
Destino de playa para todas las edades, a Phuket se puede llegar en avión desde Bangkok (o Dubái) e ir directamente a un resort de cinco estrellas o a un hotelito encantador donde disfrutar de unas vacaciones tranquilas en el trópico, entre bonitas playas, salas de fiestas y spas de talla mundial. La ciudad de Phuket, capital cultural por derecho propio, ofrece desde salidas de un día a los manglares y centros de recuperación de elefantes hasta un sinfín de deportes acuáticos (submarinismo y surf incluido.).
Playas de Thailandia
Esta bella isla, plagada de cocoteros y blancas playas, está habitada por gentes con cultura propia, gente que se reconoce así misma como la familia Samui. Es la isla más grande del grupo conocido como Muu Ko, que incluye ochenta islas más pequeñas. No es éste un lugar para ver grandes templos o esplendorosos palacios, sino para contemplar las auténticas casitas de madera, los pequeños templos perdidos entre la naturaleza y las estatuillas que constituyen la vida religiosa de la isla. A la isla de Koh Samui se la conoce por ser el lugar del romance tropical, donde ver a los monos jugando o asistir a las peleas de búfalos, son algunas de sus mayores diversiones. Aunque no hay nada como sentarse en una roca en la playa y disfrutar de los peces tropicales nadando. Mide más de 247 kilómetros cuadrados, un tamaño considerable teniendo en cuenta la zona. Samui es un lugar único, pues no tiene el ajetreo turístico de Thailandia y hace poco tiempo que fue descubierto por los occidentales. La mejor época para visitarlo es entre febrero y junio, cuando el clima se mantiene templado y seco, sin lluvias. A partir de 1970, se convirtió en un centro turístico, pero sigue manteniendo la armonía con la naturaleza. Esta región se caracteriza por la gran concentración de formaciones cársticas que posee. Toda la costa está perfilada por promontorios de roca caliza que forman increíbles acantilados de una gran belleza paisajística. La localidad de Krabi compite en belleza paisajística con Phuket, pero tiene la ventaja sobre ésta de contar con playas mucho menos pobladas. La playa de más fácil acceso desde Krabi es la de Hatuang Nang. Otro interesante arenal es el de Nopparat Thara, que está incluido dentro del Parque Nacional de las Islas Phi Phi y donde se pueden admirar bellos ejemplares de casuarina. Además, la costa de Krabi cuenta con aguas cristalinas y arrecifes de coral que invitan a la práctica del submarinismo y muchos otros deportes acuáticos. Las islas Phi Phi se ubican a 43 kilómetros de distancia de Krabi. La isla más grande y desarrollada es la de Phi Phi Don, donde encontrará preciosas playas. La isla Phi Phi Lee es la más pequeña, pero cuenta con impresionantes acantilados. Además, existen numerosas cuevas y calas vírgenes. El mayor atractivo monumental de la ciudad es el Wat Kaew. Los alrededores de la localidad también guardan alguna que otra sorpresa, como las extensas plantaciones de palmeras que segregan un preciado aceite que se utiliza para cocinar. La isla de Phuket es popularmente conocida como la perla del sur y no es para menos, pues es un lugar paradisíaco plagado de anchas bahías, penínsulas rocosas y acantilados cubiertos de vegetación tropical. La isla está unida a la península por el puente Sarasin y se localiza en el mar de Andamán. Su clima subtropical facilita el desarrollo de una exuberante vegetación que cubre la mayor parte de su territorio. El paisaje está formado por hermosas playas de aguas cristalinas, arrecifes de piedra caliza y campos cultivados de cacao, piña, coco, caucho y arroz. Las playas más turísticas se sitúan al sur y suroeste de la isla, aunque las más vírgenes se encuentran al norte. Las más importantes son la playa de Patong, una de las más grandes, la de Rawai, por ofrecer los mejores lugares para las inmersiones, y la playa de Nai Harn.
Mejor época para viajar a Tailandia
Temporada alta (nov-mar)
Navidad y Año Nuevo son las épocas más turísticas y caras.
Temporada media (abr-jun, sep y oct)
El norte y la costa del golfo son ideales en septiembre y octubre.
Temporada baja (jul-oct)
Algunas islas cierran y, según el tiempo, circulan menos barcos; se recomienda cierto margen de maniobra.
Clima en Tailandia
Noviembre-marzo
Tras el monzón empieza una época fresca y seca, el paisaje luce radiante y las temperaturas son agradables.
Abril-junio, septiembre y octubre
De abril a junio suele ser muy caluroso y seco, con 30°C de temperatura media en Bangkok. En la costa, la brisa marina alivia el bochorno.
Julio-octubre
El monzón acarrea desde chaparrones vespertinos hasta grandes inundaciones.
Visado para ir a Tailandia
¿Se necesita visado para viajar a Tailandia?
A los visitantes de la mayoría de los países no se les exige visado para estancias de hasta 30 días.
El Ministerio de Asuntos Exteriores (02 203 5000; www.mfa.go.th) supervisa los temas de inmigración y visados. Las normas específicas cambian a menudo; para informarse sobre trámites de solicitud y tarifas, lo mejor es consultar la página web o acudir a la embajada o consulado tailandés más cercano. Para estar al día, se recomienda consultar Thaivisa (www.thaivisa.com).
Visado de turista y exenciones
Tailandia tiene convenios de exención de visado y entrega de visado a la llegada con muchos países (entre ellos los europeos y EE UU), cuyos ciudadanos pueden entrar en Tailandia sin coste alguno y sin solicitar documentación previamente. Según su nacionalidad, reciben una exención de visado por un período de 14 a 90 días, aunque a los ciudadanos de ciertos países se les conceden 15 días en lugar de 30 si llegan por tierra. Se aconseja consultar la web del Ministerio de Asuntos Exteriores (02 203 5000; www.mfa.go.th) para más información.
Al viajero que no disponga de billete de salida y dinero suficiente para la estancia planeada (una formalidad que no se suele comprobar) se le puede negar la entrada en el país.
Si se tiene previsto permanecer en el país más de 30 días, habrá que solicitar el visado de turista de 60 días en un consulado o embajada tailandesa antes de partir. No obstante, cambios recientes en este tipo de visado permiten entradas múltiples durante un período de seis meses. Contáctese con la embajada o consulado tailandés más próximo para informarse de los procedimientos y precio de los visados turísticos.
Visado de no inmigrante
Este visado vale para 90 días y está pensado para los extranjeros en viaje de negocios, estudios, de visita familiar o jubilados. Para esta clase de documento existen visados de entrada múltiple. Para solicitar un permiso de trabajo en Tailandia, hay que estar en posesión de un visado específico.
Extensiones y renovaciones del visado
Si el viajero desea permanecer más tiempo en el país del que le permite su visado, puede ampliar este a través de cualquier oficina de inmigración de Tailandia. La tasa habitual para una prórroga es de 1900 THB.
Quienes posean un visado estándar de 15 o 30 días de duración pueden prorrogarlo durante 30 días si se gestiona antes de que el visado expire. El visado de turista de 60 días de duración puede prorrogarse otros 30 días, a discreción de las autoridades de inmigración de Tailandia.
Otro medio para renovar el visado es cruzar una frontera terrestre. Al regresar se obtiene una nueva exención de 15 o 30 días, según la nacionalidad, aunque las autoridades no ven con agrado la reiteración de esta práctica, y la decisión de concederlo compete en última instancia al funcionario. Tras el golpe de Estado del 2014, el Gobierno militar dejó de expedir exenciones de visado terrestre durante un tiempo. Antes de elegir esta opción, conviene valorar la situación actual.
La multa por dejar caducar el visado es de 500 THB/día, hasta un máximo de 20 000 THB. Las sanciones se pueden abonar en el aeropuerto o, por adelantado, en cualquier oficina de inmigración. Si ha transcurrido solo un día, no se aplica ningún tipo de penalización; y tampoco deben hacerlo los menores de 15 años que viajen con sus padres.
Se aconseja consultar la información actualizada sobre documentación y visado para Tailandia en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España.
Informarse es importante
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.
Información y Consejos de Salud para ir a Tailandia
En Tailandia, la calidad de los servicios médicos varía mucho. La mayoría de las ciudades y zonas turísticas ofrecen una atención médica correcta, incluso excelente. Sin embargo, viajar a zonas rurales puede comportar ciertos riesgos.
Los viajeros suelen preocuparse por si contraerán enfermedades contagiosas tropicales, pero este tipo de infecciones son mucho menos habituales que las complicaciones de problemas de salud preexistentes (como las cardiopatías) o los accidentes, sobre todo de tráfico. También son comunes las infecciones respiratorias, la diarrea y el dengue. Por suerte, la mayoría de las afecciones se pueden prevenir o tratar.
Los consejos de Lonely Planet son orientativos y nunca sustituyen a los de un especialista.
Antes de partir
Seguro
Aunque se esté sano y en forma, no hay que viajar nunca sin un seguro médico, pues siempre se puede sufrir un accidente. Quizá se requiera una cobertura adicional para actividades de aventura tales como la escalada en roca o el submarinismo, e incluso para montar en motocicleta. Si la póliza personal no cubre los gastos médicos en el extranjero, habría que contratar un seguro específico de viajes. La mayoría de los hospitales piden una garantía de pago (del interesado o de su aseguradora). Antes de partir, hay que informarse de cómo se realizan los pagos y conservar toda la documentación (informes médicos, facturas, etc.), para posibles reclamaciones.
Vacunas recomendadas
La única exigida por las normas internacionales es la de la fiebre amarilla. Solo se pedirá la prueba de su aplicación si se ha visitado un país situado en la zona de fiebre amarilla seis días antes de entrar en Tailandia. Se recomienda averiguar si es necesaria desde Suramérica.
Hay que preparar el programa de vacunaciones de seis a ocho semanas antes del viaje, en un centro de medicina tropical.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (www.cdc.gov/spanish) poseen un departamento sobre viajes y vacunas.
Medicamentos
Conviene llevar los medicamentos en su envase original, con una carta del médico, fechada y firmada, en la que se describa el estado de salud del paciente, su tratamiento y si necesita accesorios, como jeringas y agujas. Es conveniente que los que padezcan alguna enfermedad cardiovascular lleven copia de un electrocardiograma.
Si se toma alguna medicina, se recomienda llevar el doble de lo que se necesite. En Tailandia se consiguen muchos medicamentos sin receta, pero podría ser difícil encontrar justo el que se precisa.
Templos relucientes, rascacielos vertiginosos, vida nocturna y excelente comida. ¿Cómo puede no gustar Bangkok? Atascos de tráfico, humedad e inestabilidad política aparte, la capital del país está mejor organizada y es más transitable que nunca. Es fácil y rápido llegar a santuarios, mercados, centros comerciales y museos, además de reponer fuerzas en los puestos callejeros y en algunos de los mejores restaurantes de toda Asia. La primera noche, se recomienda subir a alguno de sus famosos bares de azotea, tanto para orientarse como para intuir esta convulsa y centelleante ciudad.
¿Es seguro viajar a Tailandia?
Cuestiones legales
En general, la policía tailandesa no incordia mucho a los extranjeros, y miran hacia otro lado para no tener que hablar en inglés, sobre todo en caso de infracciones de tráfico leves. Sin embargo, sí hace respetar las leyes sobre posesión de drogas; de hecho, algunas divisiones policiales, sobre todo en las islas, ven al extranjero y sus infracciones como una fuente de ingresos.
Si se es arrestado por cualquier delito, se tiene derecho a hacer una llamada a la embajada o consulado respectivos, o a un amigo o familiar si no existe representación diplomática. Hay toda una serie de consideraciones legales que dictan cuánto tiempo y de qué forma se puede retener a alguien antes de ser acusado o de celebrarse un juicio, aunque normalmente es el criterio de los agentes el que se impone. Al tratarse de un extranjero, los policías probablemente flexibilizarán dichos trámites. Sin embargo, como en todas partes, no mostrarse respetuoso solo empeora las cosas.
La ley tailandesa no presume que un detenido es “culpable” o “inocente”, sino “sospechoso”; la culpabilidad o inocencia la dictaminan los tribunales. Los juicios son bastante rápidos.
La policía turística (24 h 1155) puede ser de gran ayuda en caso de arresto. Aunque no tienen jurisdicción sobre los asuntos gestionados por la policía normal, pueden ayudar como intérpretes u ofrecerse a contactar con la embajada que corresponda. Hay un número de atención para plantear quejas o pedir ayuda en relación con la seguridad personal.
Precauciones
En principio, Tailandia es un país seguro para los visitantes, pero conviene mostrarse precavido con demasiado amables desconocidos (tailandeses y extranjeros) y si se viaja en solitario.
Agresiones
No son habituales, pero a veces ocurren. Si se desprestigia o se hace quedar mal a un tailandés en público, este puede reaccionar de forma desmesurada y violenta. El alcohol suele ser la causa principal de tal reacción.
Problemas fronterizos
Tailandia ha mejorado las relaciones con sus vecinos y en casi todas las fronteras terrestres se permite el paso de personas y bienes. Sin embargo, debido a la persistente violencia en las regiones del sur profundo, la frontera con Malasia en Sungai Kolok es una zona peligrosa, y tampoco deberían visitarse en solitario las provincias de mayoría musulmana (Yala, Pattani, Narathiwat y Song-khla).
Lo mejor es informarse al respecto en el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero (abajo).
Drogas
Detrás de la aparente imagen del todo vale, la posesión y el tráfico de drogas se castigan, tanto si se es tailandés como si no. Es ilegal comprar, vender o poseer opio, heroína, anfetaminas, setas alucinógenas o marihuana. La posesión de estupefacientes está penada con un mínimo de un año de cárcel. El contrabando de los mismos (intentar cruzar la frontera con ellos) comporta sanciones más duras, incluso la pena de muerte.
Estafas
Los tailandeses pueden mostrarse tan afables y campechanos que algunos visitantes, confiados, caen víctimas de estafas de todo tipo. Estos simpáticos embaucadores son más comunes en Bangkok.
Hay que ignorar todas las ofertas de ayuda gratis para comprar o visitar puntos de interés, pues siempre conllevan comisiones.
Robos y fraudes
Hay que proteger en todo momento las pertenencias. Conviene asegurarse de que la habitación queda bien cerrada con llave al salir, llevar siempre encima los efectos más importantes (pasaporte, dinero, tarjetas de crédito, etc.) y ser muy precavido a la hora de depositar objetos de valor en la caja fuerte de un hotel.
Hay que mostrarse igualmente cauteloso durante los viajes. Una maleta simplemente cerrada no evitará el robo en un trayecto largo de autobús.
Para no perder todo el dinero del viaje de una vez, conviene no utilizar tarjetas monedero.
Cazaclientes y comisiones
La caza de clientes es una actividad con una larga tradición en Asia, si bien en Tailandia no está tan extendida como, p. ej., en la India. En Bangkok, los conductores de túk-túk y otros ‘amigos’ a menudo se prestan a llevar al recién llegado a dar una vuelta turística por la ciudad…, que siempre acaba en tiendas de sedas, joyas o artesanía donde lo presionan para que compre.
Estos especialistas en inocentes también dirigen al viajero a pensiones de las que reciben comisión. Las agencias de viajes suelen convencer a los recién llegados para que se alojen en hoteles caros y con ubicaciones poco prácticas.
A veces las agencias de viajes aparentan pertenecer a la TAT, la oficina de turismo oficial.
Seguro de viaje
Es buena idea suscribir un seguro amplio que cubra al viajero ante posibles robos, pérdidas y problemas de salud. Es recomendable que incluyan la asistencia en ambulancia y la repatriación (vuelo) de emergencia. Algunas pólizas excluyen la práctica de actividades peligrosas como el submarinismo, el motociclismo e incluso el senderismo. Otras no aceptan los carnés para motocicletas adquiridos en el país de destino. Por otro lado, quizá se prefiera un seguro que se haga cargo directamente de los gastos médicos u hospitalarios a tener que adelantar los pagos y solicitar su reembolso después. Siempre hay que conservar toda la documentación y facturas, por si hubiera que reclamar.
Informarse es importante
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.
Moneda de Tailandia
Presupuesto diario para Tailandia
Económico: hasta 1000 thBComer en mercados/puestos callejeros: 40-100 THB
Una cerveza: 100 THB
Transporte público urbano: 20-50 THB
Medio: 1000-4000 thB
Almuerzo occidental y pescado de cena: 150-350 THB
Circuito o actividad organizada: 1000-1500 THB
Moto de alquiler: 150-250 THB
Alto: desde 4000 thB
Cena de lujo: 350-1000 THB
Circuito privado: 2000 THB
Automóvil de alquiler: desde 800 THB/día
Dinero
El baht es la moneda tailandesa. Un baht (THB) se compone de 100 satangs. Hay monedas de 25 y 50 satangs y de 1, 2, 5 y 10 THB. Las más antiguas solo tienen números tailandeses, pero las nuevas muestran también los dígitos arábigos. La moneda de 2 THB tiene un tamaño similar a la de 1 THB, pero es de color dorado. Las monedas de satangs solo se admiten en los supermercados, donde los precios no se redondean.
Hay billetes de 20 (verdes), 50 (azules), 100 (rojos), 500 (violeta) y 1000 THB (beis).
La mayoría de los establecimientos solo aceptan efectivo, y los de precio alto, algunas tarjetas de crédito extranjeras.
Cajeros automáticos y tarjetas de crédito y débito
Las tarjetas de débito emitidas por el banco del viajero permiten la retirada de efectivo (solo bahts) en los cajeros automáticos de Tailandia, que cargan directamente a su cuenta. Hay cajeros de confianza por todo el país. Casi todos permiten retirar hasta 20 000 THB diarios.
Lo malo es que los cajeros tailandeses cobran una comisión de transacción extranjera de 200 THB que se suma a la de conversión de moneda y a cualquier otro cargo que pueda aplicar el banco del viajero. Antes de viajar a Tailandia conviene buscar una cuenta bancaria que permita retirar dinero en los cajeros automáticos del extranjero gratis y que reembolse las comisiones de los cajeros de otras entidades.
Muchas tiendas, hoteles y restaurantes aceptan el pago con tarjeta de crédito y de débito, especialmente Visa y MasterCard. Solo los hoteles y restaurantes de precio alto suelen admitir American Express.
Avísese al banco o compañía de la tarjeta de crédito del viaje, para que no bloqueen la cuenta debido a movimientos sospechosos en el extranjero.
Cambio de moneda
Los bancos y los escasos mostradores privados de cambio ofrecen las mejores tarifas. A la hora de comprar bahts, la moneda más aceptada es el dólar estadounidense, seguida del euro. Casi todos los bancos cobran una comisión y un impuesto por cada cheque de viaje operado. Las tasas actualizadas se exponen en las mismas ventanillas.
Normativa sobre moneda extranjera
Las cantidades en efectivo superiores a 20 000 US$ deben declararse al llegar o salir del país. Los extranjeros deben cumplir además ciertos requisitos; la obligación de demostrar que se dispone de fondos suficientes varía según el tipo de visado, aunque la cantidad no suele exceder el presupuesto del viaje. Esta exigencia no es habitual, pero la ley existe. El Ministerio de Asuntos Exteriores (02 203 5000; www.mfa.go.th) facilita más detalles.
Impuestos y devoluciones
Tailandia aplica un IVA del 7% sobre muchas mercancías y servicios. Los hoteles y restaurantes de precio medio y alto pueden añadir también un 10% en concepto de servicio. Juntos, estos impuestos suman el 17%, conocidos como “plus plus” o “++”.
Al salir del país se puede pedir la devolución del IVA gastado en tiendas, aunque no el de la comida o de los hoteles. Para más información, visítese www.rd.go.th.
Propinas
En Tailandia la gente no espera propina, pero la agradece. La excepción es la calderilla en la cuenta del restaurante; p. ej., si la comida cuesta 488 THB y se paga con un billete de 500 THB, algunos dejan la diferencia. Es una forma de decir “no soy tan avaro como para quedarme hasta con la última moneda”.
En muchos restaurantes de hoteles y de alto nivel, al precio se añade un 10% en concepto de servicio.