En Egipto, el país de los faraones, existen más de cien pirámides. Aunque, sin duda, son las que se hallan en la meseta de Giza, son las que más maravillan a los viajeros y más curiosidades esconden. Ya, en el año 125 AC, Antipatro de Sidón las catalogó como una de las siete maravillas del mundo antiguo. Desde luego, si viajas a Egipto, es tu visita obligada. Por mucho que las hayas imaginado en mil ocasiones nunca llegarás a percibir su grandiosa apariencia, hasta que llegas al Cairo y, te encuentras frente a ellas.
Índice de Contenidos
- 1. La Meseta de Giza
- 2. Misterios de las pirámides
- 3. La tumba de los faraones
- 4. Otras curiosidades
- 5. La cúspide de la gran pirámide
La Meseta de Giza
Las pirámides más importantes de la meseta de Giza son tres: La pirámide de Keops o Jufu, la más grande de ellas, construida, según los cálculos en el 2570 AC; pirámide de Kefren o Jafra, un poco más pequeña, construida en el 2540 AC; y la menor de las tres, atribuida al faraón Micerinos, o Menkaura, erigida en el 2510 AC.
No es sólo su apariencia la que llama la atención a los visitantes que llegan hasta estas pirámides, sino sus misterios ocultos entre sus piedras.
Además, si te preguntas si es seguro viajar a Egipto y conocer esta emblemática zona, te contamos que se trata de uno de los países más seguros del mundo y que cuenta con cuerpos de policía dedicada expresamente al turismo.
Misterios de las pirámides
La primera pregunta que surge es cómo se construyeron las pirámides de Egipto. Según algunas teorías, en tan solo veinte años los antiguos egipcios fueron capaces de conseguirlo. Pero nadie ha sido capaz de encontrar la respuesta.
En esa época, no existía la rueda, no tenían apenas medios y lograron trasladar más de dos millones de bloques de piedra de caliza para su construcción. Pero lo más llamativo, es que consiguieron traer enormes bloques de granito rojo desde las canteras de Aswan, a casi 1.000 kilómetros de distancia.
Los expertos aseguran que contaban con una tecnología precisa, medida y desarrollada durante cientos de años. En la Gran pirámide, la de Keops, por ejemplo, se reflejan medidas exactas referentes a la astronomía. En el siglo XIX el estudioso William Matthew Flinders Petrie fue el primero en realizar el primer estudio profundo sobre la orientación de la Gran Pirámide y comprobó que cada una de sus cuatro caras estaban perfectamente orientadas hacia los cuatro puntos cardinales.
Pero hay algo aún más sorprendente. Años más tarde se formuló una nueva pseudo teoría que aseguraba que el conjunto de las tres grandes pirámides de la meseta de Giza reflejaban, en la tierra, con una precisión asombrosa, la constelación de Orión. Es decir, era un mapa estelar, en piedra, construido en las arenas del desierto.
Por si fuera poco, aquí tienes otro dato. La altura de la Gran pirámide de Keops es de 147,134 metros, y la distancia mínima de la tierra al sol, en el perihelio es de: 147.098.660 kilómetros. Casi la misma medida en una escala terrestre. Casualidad o no, desde luego es un dato de lo más llamativo.
En las grandiosas pirámides de Egipto existen además otras medidas astronómicas inscritas lo que sin duda demuestra que los egipcios poseían conocimientos ocultos que nos seguirán asombrando por siglos.
La tumba de los faraones
Una de las preguntas que más suscitan el interés de los turistas es saber qué hay dentro de las pirámides. En concreto, otro de los misterios de la Gran Pirámide es su construcción interior y la ausencia de jeroglíficos, tan comunes en los templos y en los que se reflejaba parte de su historia.
Además, nunca se encontró, a pesar de estar el sarcófago del faraón en la cámara real, ningún resto de tumba ni momia ni ajuar funerario. Lo que nos lleva a preguntarnos para qué sirvió realmente esta construcción. Algunos incluso sospechan que pudiera haber sido saqueada y por ese motivo no se ha hallado nada.
Dentro de la Gran Pirámide, según los últimos estudios del robot del investigador Rudolph Gantenbrink existen cámaras secretas y ocultas, a nuestros ojos y puede según esta teoría que en alguna de esos lugares se pueda encontrar aún, la momia del gran faraón Keops.
De hecho, más recientemente, el equipo ScanPyramids descubrió una anomalía dentro de la estructura de la Gran Pirámide que quizás pudiera ser una nueva cámara desconocida hasta la fecha y el posible lugar en el que se hallara la momia de su constructor: el faraón Keops.
Otras curiosidades
Algunos estudiosos de la cultura egipcia, ofrecen entre sus teorías que si se construye una pirámide con las medidas de la gran pirámide, se puede comprobar como los alimentos encerrados en ella se conservan, se momifican como si el tiempo se detuviera dentro de ella. Lo que se añade a la innumerable lista de extraños secretos de la Gran Pirámide.
Pero hay más curiosidades sobre las pirámides. Las tres grandes pirámides tenían un recubrimiento exterior. Por ejemplo, la mayor de todas, la de Keops, tenía una cubierta de piedra caliza de color blanco, extremadamente pulido que la hacía resplandecer, como un faro, en medio del desierto.
Gran parte de esas piedras pulidas ha desaparecido ya que se utilizaron para construcciones del Cairo medieval, según algunas crónicas, y se han conservado sólo una mínima parte en su base, aún visible en la actualidad. Las otras dos, también tenían esos revestimientos, de diferentes colores, los que haría que la meseta fuera un faro de luz en medio del desierto.
La cúspide de la gran pirámide
Aún hay más datos que te sorprenderán. La gran pregunta es dónde está la cúspide de la gran pirámide de Egipto: El piramidion.
Los estudiosos creen que era de oro y que refulgía tanto como el sol. Esa gran pirámide, la supuesta tumba del faraón Keops, de más de 140 metros de altura, fue considerada como el edificio más alto del mundo durante 3.800 años.
Filón de Bizancio en el año 225 AC dijo: “Con obras como estas pirámides, los hombres suben hasta el mundo de los dioses o los dioses descienden hasta el mundo de los hombres”.
Son muchas las preguntas que quedan sin respuesta aún sobre las pirámides de Egipto y los enigmas que nunca seremos capaces de resolver.
Quizás, lo mejor sea viajar a Egipto, visitar y ver, con nuestros propios ojos, esas maravillas que siguen asombrando a millones de seres de todo el mundo y, sacar nosotros mismos, nuestras propias conclusiones.
Viajar a Egipto, no hay duda, siempre merecerá la pena.